Una infección en muelas del juicio puede traerte mucho dolor y complicaciones graves si no la tratas a tiempo.
Si has notado que te duele al masticar o que las encías alrededor de tus muelas del juicio están inflamadas, es importante actuar rápido.
En este artículo, desde la Clínica Dental Zigomat, te contaré cuáles son los tratamientos más eficaces para aliviar la infección en una muela del juicio y así evitar complicaciones mayores para que puedas volver a sentirte mejor cuanto antes.
¿Por qué se infectan las muelas del juicio?
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, suelen ser las últimas en aparecer, y muchas veces lo hacen cuando ya no hay suficiente espacio en la boca.
Esto puede causar una serie de problemas, entre ellos las infecciones. Las infecciones en las muelas del juicio son comunes y hay varias razones detrás de esto:
Causas más comunes de infección en muelas del juicio
La infección en muelas del juicio ocurre principalmente debido a su ubicación y a cómo emergen en la boca.
A menudo, estas muelas no tienen espacio suficiente para salir correctamente, lo que provoca que queden parcialmente o completamente atrapadas bajo la encía.
1. Muelas del juicio impactadas
Cuando las muelas del juicio no tienen suficiente espacio para salir, pueden quedar atrapadas o «impactadas».
Esto significa que la muela no emerge completamente o lo hace en un ángulo incorrecto, quedando parcialmente cubierta por la encía.
En esta situación, se crea un espacio donde las bacterias y los restos de comida pueden acumularse fácilmente, lo que aumenta el riesgo de infección en muelas del juicio.
2. Acumulación de bacterias y restos de comida
Debido a su posición en la parte posterior de la boca, las muelas del juicio son más difíciles de alcanzar al cepillarse y usar hilo dental.
Esto puede llevar a la acumulación de placa bacteriana y restos de alimentos en las encías y alrededor de las muelas, creando un ambiente ideal para que las bacterias crezcan.
Con el tiempo, esta acumulación puede causar una infección en muelas del juicio, que generalmente se manifiesta con dolor, inflamación y, en algunos casos, mal aliento.
Si la infección no se trata, puede extenderse a otras áreas de la boca e incluso causar fiebre.
Síntomas de una infección en las muelas del juicio
Cuando tienes una infección en muelas del juicio, es fácil confundir los síntomas con una simple molestia temporal.
Sin embargo, existen varios signos que pueden indicarte que hay algo más serio detrás de ese dolor.
A continuación, te dejo una lista detallada de los síntomas más comunes que deberías vigilar para identificar una posible infección en una muela del juicio:
- Dolor constante en la parte trasera de la boca: Es común sentir dolor en la zona donde están las muelas del juicio, ya sea al masticar, hablar o simplemente al abrir la boca. Este dolor puede ir de leve a intenso y suele empeorar con el tiempo si no se trata.
- Encías inflamadas y enrojecidas: Si las encías alrededor de la muela del juicio están inflamadas, sensibles o enrojecidas, es probable que haya una infección en curso. Puede que incluso notes que la encía se ve más hinchada o que sangra fácilmente al cepillarte o usar hilo dental.
- Mal aliento persistente: El mal aliento que no desaparece después de cepillarte o usar enjuague bucal puede ser un claro síntoma de una infección. Las bacterias atrapadas en la zona infectada generan este olor desagradable.
- Sabor desagradable en la boca: Además del mal aliento, podrías sentir un sabor desagradable o amargo en la boca que no desaparece. Esto puede deberse a la presencia de pus o al desecho que se acumula en el área infectada.
- Dificultad para abrir la boca: En algunos casos, la infección puede causar rigidez en la mandíbula, lo que hace difícil o doloroso abrir la boca por completo. Esto es un síntoma claro de que la infección está afectando la movilidad de la mandíbula.
- Fiebre o malestar general: Si la infección se extiende, tu cuerpo puede reaccionar con fiebre y malestar general. Sentirte fatigado, con escalofríos o febril son señales de que la infección podría estar avanzando.
- Dolor que se irradia hacia el oído o la cabeza: A veces, el dolor de una muela del juicio infectada puede extenderse hacia otras áreas, como el oído o la cabeza.
Tratamiento para la infección en una muela del juicio
Cuando ya has identificado los síntomas, lo más importante es recibir el tratamiento adecuado para aliviar la infección en muelas del juicio y evitar que el problema empeore. Y para ello debes acudir a un dentista lo antes posible.
Una vez los dentistas podamos atenderte en consulta, valoraremos tu caso y el tratamiento para la infección de la muela del juicio que mejor se adapte, te cuento lo más comunes:
Tratamiento con antibióticos para las muelas del juicio
El primer paso que solemos tomar es recetar antibióticos.
Estos medicamentos son esenciales cuando la infección ya está avanzada, ya que eliminan las bacterias responsables de la inflamación y el dolor.
Es muy importante que sigas el tratamiento completo, incluso si te sientes mejor antes de terminarlo, ya que de lo contrario la infección podría reaparecer o empeorar.
Los antibióticos son eficaces en casos de infecciones leves a moderadas, permitiendo que la zona afectada se recupere de forma gradual.
Extracción de la muela del juicio
Si vemos que la infección en muelas del juicio está relacionada con una muela impactada o mal posicionada, lo mejor es considerar su extracción.
Esta es la solución más eficaz cuando la muela no tiene suficiente espacio para salir correctamente o si provoca infecciones recurrentes.
Aunque la extracción puede sonar drástica, es un procedimiento común que realizamos con regularidad, y te ayudará a evitar futuros problemas.
En estos casos, extraer la muela es una forma segura de resolver de raíz el malestar y prevenir complicaciones a largo plazo.
Cuidados postoperatorios
Una vez que hemos realizado la extracción o iniciado el tratamiento con antibióticos, los cuidados postoperatorios son fundamentales para garantizarte una buena recuperación.
Te recomendamos enjuagues suaves con agua tibia y sal para mantener la zona limpia y prevenir nuevas infecciones.
También es importante que durante los primeros días evites alimentos duros o calientes que puedan irritar la zona, y que sigas descansando lo necesario para que la herida sane adecuadamente.
Siguiendo nuestras indicaciones, la recuperación será rápida y sin complicaciones.
Clínica Dental en Gijón: Confía en los expertos
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