¿Has sentido alguna vez esa sensación incómoda de notar que tu nariz empieza a sangrar en el momento más inoportuno? ¿Te ocurre muy a menudo? En Clínica Zigomat nos encontramos con esta patología frecuentemente. Decirte, que es muy común y que, aunque muy incómoda, la mayoría de las veces no supone nada grave. Hoy queremos contarte todo sobre epistaxis nasal y cómo puedes mantenerla a raya. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la epistaxis nasal?

La epistaxis nasal es un término médico que describe el sangrado que se origina en el interior de la nariz. Aunque puede ser una experiencia angustiante para quien la padece, en la mayoría de los casos, no es motivo para alarmarse. Este tipo de sangrado puede surgir de diversas áreas dentro de la nariz, siendo las más comunes la región anterior y la región posterior.

La epistaxis anterior proviene del tercio mas externo del tabique nasal, y la epistaxis posterior proviene de localizaciones más profundas y de más complicado acceso. La región anterior es la más accesible y suele ser la fuente de la mayoría de los sangrados nasales que son fáciles de controlar. Por otro lado, la región posterior es más profunda y su tratamiento puede ser más complejo.

El sangrado puede variar en intensidad, desde unas pocas gotas hasta un flujo más abundante que puede incluso dificultar la respiración. Además, la epistaxis puede ser un síntoma aislado o formar parte de un cuadro clínico más amplio, que podría incluir otras enfermedades o condiciones médicas.

Síntomas asociados

Los síntomas que suelen acompañar a la epistaxis nasal pueden variar según la gravedad y la causa que ha originado el sangrado. Algunos de los síntomas más comunes que podrían presentarse son:

• Mareos o sensación de debilidad: Esto podría ser una señal de que se ha perdido una cantidad significativa de sangre.
• Dificultad para respirar: En casos más graves, el sangrado podría obstruir las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.
• Dolor de cabeza: Este síntoma es más común en episodios de sangrado prolongado o recurrente.
• Palidez en la piel y las mucosas: Este es un indicador de que podría estar ocurriendo una pérdida de sangre importante.

Si experimentas alguno de estos síntomas junto con un episodio de epistaxis nasal de forma recurrente, es fundamental que busques atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Causas comunes del sangrado nasal recurrente

Seguro que te has preguntado por qué de repente tu nariz se pone a sangrar y qué factores determinan que eso ocurra. Las causas pueden ser muy diferentes, pero estas que te explicamos a continuación son las más comunes:

Factores Ambientales

¿Vives en un lugar muy seco o pasas mucho tiempo en un ambiente con aire acondicionado? Estos son solo algunos de los factores ambientales que pueden hacer que tu nariz se sienta menos cómoda y decida sangrar. Aquí te dejo algunas situaciones comunes:

• Aire seco: Cuando el aire está seco, las membranas mucosas que recubren el interior de tu nariz pueden secarse. Estas membranas son las que mantienen tu nariz húmeda y protegida. Al secarse, se vuelven más frágiles y susceptibles a pequeñas fisuras o desgarros, lo que puede llevar a un sangrado nasal. Es como cuando tienes la piel seca; se vuelve más propensa a agrietarse, ¿verdad? Lo mismo sucede en el interior de tu nariz.
• Altitud: Si eres de los que disfrutan de las caminatas en la montaña o vives en una ciudad a gran altitud, es posible que hayas notado que tu nariz sangra con más frecuencia. Esto se debe a que la presión del aire disminuye a medida que aumenta la altitud. Esta menor presión puede hacer que los vasos sanguíneos en tu nariz se expandan, lo que a su vez puede llevar a un mayor riesgo de ruptura y, por lo tanto, a la epistaxis nasal.

Condiciones Médicas

No siempre es el ambiente o un golpe en la nariz lo que provoca el sangrado. A veces, hay condiciones médicas que pueden estar detrás de todo esto:

• Hipertensión: La presión arterial alta puede provocar sangrados nasales.
• Trastornos de la coagulación: Si tienes problemas con la coagulación de la sangre, una pequeña herida en la nariz podría convertirse en un sangrado más serio.

Medicamentos y Sustancias

Si estás tomando algún medicamento o usas ciertas sustancias, esto también podría ser la razón de tu sangrado nasal. Algunos ejemplos son:

• Anticoagulantes: Medicamentos como la aspirina pueden hacer que la sangre sea más fluida y, por lo tanto, más propensa a sangrar.
• Descongestionantes nasales: Paradójicamente, los sprays que se usan para despejar la nariz también pueden causar sangrados si se usan en exceso.

Traumatismos y Lesiones

La nariz está llena de pequeños vasos sanguíneos que son bastante sensibles. Cualquier tipo de impacto directo o incluso una manipulación brusca (sí, estamos hablando de hurgarse la nariz) puede romper estos vasos sanguíneos. Cuando esto sucede, la sangre no tiene dónde más ir que hacia el exterior, lo que resulta en una hemorragia nasal.

Además, no todos los traumatismos son iguales. Un golpe fuerte podría causar no solo un sangrado, sino también una posible fractura o desplazamiento del tabique nasal. En estos casos, el sangrado podría ser más abundante y requerir atención médica inmediata.

También hay lesiones que podrían no ser tan obvias. Por ejemplo, insertar objetos en la nariz (algo bastante común en niños pequeños) o incluso el uso excesivo de hisopos de algodón para limpiar la nariz pueden causar pequeñas lesiones que llevan a la epistaxis nasal.

Tratamientos para la hemorragia nasal frecuente

Por suerte, existen varias formas de tratar este problema y prevenir futuros episodios:

Tratamientos caseros

Para un episodio aislado de sangrado nasal, hay algunas medidas que puedes tomar en casa:

• Presión nasal: Mantén presionados los lados blandos de tu nariz durante unos minutos para detener el flujo de sangre.
• Inclinación de la cabeza: Mantén la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante para evitar tragar sangre.

Medicamentos tópicos

Si los episodios son más frecuentes, los profesionales podríamos recomendarte medicamentos tópicos como:

• Geles hemostáticos: Estos geles se aplican dentro de la nariz para ayudar a coagular la sangre.
• Pomadas hidratantes o con complejos vitamínicos: Evitan la desecación nasal y en consecuencia, la fragilidad capilar.

Tratamientos médicos

En casos más graves o persistentes, podríamos recomendar tratamientos médicos más invasivos:

• Cauterización: Este procedimiento se realiza para sellar los vasos sanguíneos problemáticos en la nariz.
• Taponamiento nasal: En casos extremos, se puede insertar un tampón en la nariz para detener la epistaxis nasal
• Tratamientos quirúrgicos: Consiste en anular de forma selectiva, arterias que llevan sangre a la fosa nasal. Generalmente a través de abordajes endoscópicos a través de la fosa nasal, aunque a veces pueden requerir incisiones externas (muy infrecuente).
• Tratamientos edovasculares: Implican también la interrupción del flujo sanguíneo arterial, pero en este caso, anulando las arterias implicadas en el sangrado mediante un cateterismo.

Terapia farmacológica

Si el sangrado es el resultado de una condición médica, como trastornos de la coagulación o hipertensión, podrían prescribirse medicamentos específicos para tratar la causa raíz del problema.

Cómo prevenir la epistaxis nasal

La buena noticia es que hay varias estrategias de prevención que puedes implementar en tu vida diaria. Te contamos las más prácticas:

Mantén el aire húmedo

Una de las formas más eficaces de prevenir la epistaxis nasal es mantener el aire a tu alrededor lo más húmedo posible. Puedes usar un humidificador en tu casa, especialmente en habitaciones donde pasas mucho tiempo, como el dormitorio. Esto ayuda a mantener las membranas nasales húmedas y menos propensas a romperse.

Hidratación nasal

Si sientes que el interior de tu nariz está seco, puedes usar un spray nasal de solución salina para mantenerlo húmedo. Esto es especialmente útil en climas secos o durante el invierno, cuando el aire interior tiende a ser más seco debido a la calefacción.

Evita irritantes

Si fumas o estás expuesto a humo de segunda mano, este podría ser un buen momento para reconsiderarlo. El humo del tabaco irrita las membranas nasales y puede hacer que sean más propensas al sangrado. Lo mismo ocurre con otros irritantes ambientales como el polvo y la contaminación del aire.

Sé cuidadoso al sonarte la nariz

Aunque pueda sonar obvio, la forma en que te suenas la nariz puede contribuir al sangrado. Hazlo suavemente y evita hurgarte la nariz, ya que esto puede dañar las delicadas membranas nasales.

Consulta regularmente con tu médico

Si tienes condiciones médicas que pueden contribuir al sangrado nasal, como hipertensión o trastornos de la coagulación, asegúrate de seguir el tratamiento prescrito y hacer chequeos regulares. Mantener estas condiciones bajo control puede ayudar a prevenir futuros episodios de sangrado nasal.

Usa protectores en deportes de contacto

Si practicas deportes donde hay un riesgo de golpes en la cara, como el boxeo o el fútbol, considera usar un protector facial para minimizar el riesgo de lesiones en la nariz.

Cuida de tu salud nasal en Clínica Zigomat, tu otorrino en Gijón

Si has estado lidiando con episodios recurrentes de nariz sangrante o cualquier otra preocupación relacionada con tu salud nasal, toma medidas para abordar el problema. En Clínica Zigomat, nos especializamos en una variedad de disciplinas médicas, incluida la otorrinolaringología.

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